A Valledupar podría llamársele ‘Ciudad de Monumentos’ si se tiene en cuenta que, aunque no es de las más grandes, es una de las ciudades intermedias de Colombia que tiene más piezas escultóricas. Casi todas destacan personajes o símbolos regionales, y muchas de ellas se han convertido en sitio obligado para los turistas que quieren tomar alguna foto para llevarse un testimonio de que estuvieron en la capital del vallenato.
La Revolución en Marcha, obra del Maestro Rodrigo Arenas Betancourt, rinde homenaje a la memoria del expresidente Alfonso López Pumarejo, que aceleró el desarrollo de esta región, en la plaza principal de esta ciudad.
MONUMENTO LA CHCICHAMAYA
MONUMENTO LOS GALLOS, esta escultura es un homenaje a esa gran afición gallística que existe en los departamentos costeños y que tiene en Valledupar a una de sus mejores y más caracterizadas aficiones. Muy cerca de esta escultura queda el coliseo gallístico "Miguel Yanet" punto obligado de encuentro de las cuerdas de la región.
MONUMENTO CACIQUE UPAR
Es un homenaje al GRAN CACIQUE UPAR, Jefe de Jefes del país de los Chimilas, tribu gobernada por un Supremo Cacique en quien descansaba la organización y orientación de toda la región. Para que el cacique adquiriera el titulo de Upar, que significaba fortaleza, valor y justicia, requería un proceso de consagración sincero por el bien de sus gobernados, bajo el influjo del dios Sol y la Madre Luna.
es un reconocimiento -el más adecuado, si se quiere- a las tres etnias indígenas que aún habitan en la Sierra Nevada, como lo son los arhuacos, los koguis y los arzarios. "Los Poporos" representan el adminículo del mismo nombre que usan los indígenas para conservar el "jayo" que paladean permanentemente y que es un elemento característico de su cultura.
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